En
los últimos años hemos sido testigos del aumento vertiginoso en la oferta de tratamientos
médicos destinados al rejuvenecimiento facial. Al mismo ritmo que crece el volumen del
negocio, aumentan también las expectativas de las pacientes en cuanto a
calidad, precio, seguridad y adecuación de los tratamientos.
Cada vez hay más información, más investigación y mucho desarrollo en este campo, lo cual ha traído consigo que los productos y las técnicas utilizadas sean cada vez menos invasivas, más seguras y accesibles para el ciudadano medio.
Atrás han quedado los días en los que la Medicina Estética era cosa la clase privilegiada, época no muy lejana en la que algunas mujeres del celuloide parecían tener acceso directo a la fuente de la eterna juventud.
En la actualidad hemos llegado a un punto en el cual la Medicina Estética se ha vuelto tan familiar y cotidiana, que puede correrse el riesgo de percibirse como si pudiera ser realizada por cualquiera, en cualquier lugar. Todo está tan sistematizado, generalizado y accesible que ya vamos a las clínicas como quien va a lavar el coche. Guiándonos sólo por la oferta de tratamientos a precios de chollo, podemos arriesgarnos a terminar en manos de gente poco profesional.
Gracias a la democratización de la medicina, hoy por hoy todo el mundo tiene derecho y acceso a los beneficios de esta disciplina, que busca solucionar las afecciones que afectan directamente la Salud Estética. Definiendo la Salud Estética como “ese estado de bienestar de un individuo adulto que se manifiesta en forma de belleza, la cual es percibida y valorada tanto por el individuo como por el grupo social al cual pertenece”.
Este concepto pone en evidencia tres elementos indisolubles que deben ser tomados en cuenta por los profesionales durante sus intervenciones, ya que repercuten en la percepción de la paciente y en su expectativa del resultado a lograr:
En mis más de 19 años de ejercicio profesional he podido comprobar la operatividad de este concepto:
Consulta Dra. Mariela Barroso
Cada vez hay más información, más investigación y mucho desarrollo en este campo, lo cual ha traído consigo que los productos y las técnicas utilizadas sean cada vez menos invasivas, más seguras y accesibles para el ciudadano medio.
Atrás han quedado los días en los que la Medicina Estética era cosa la clase privilegiada, época no muy lejana en la que algunas mujeres del celuloide parecían tener acceso directo a la fuente de la eterna juventud.
En la actualidad hemos llegado a un punto en el cual la Medicina Estética se ha vuelto tan familiar y cotidiana, que puede correrse el riesgo de percibirse como si pudiera ser realizada por cualquiera, en cualquier lugar. Todo está tan sistematizado, generalizado y accesible que ya vamos a las clínicas como quien va a lavar el coche. Guiándonos sólo por la oferta de tratamientos a precios de chollo, podemos arriesgarnos a terminar en manos de gente poco profesional.
Gracias a la democratización de la medicina, hoy por hoy todo el mundo tiene derecho y acceso a los beneficios de esta disciplina, que busca solucionar las afecciones que afectan directamente la Salud Estética. Definiendo la Salud Estética como “ese estado de bienestar de un individuo adulto que se manifiesta en forma de belleza, la cual es percibida y valorada tanto por el individuo como por el grupo social al cual pertenece”.
Este concepto pone en evidencia tres elementos indisolubles que deben ser tomados en cuenta por los profesionales durante sus intervenciones, ya que repercuten en la percepción de la paciente y en su expectativa del resultado a lograr:
- La corrección de una arruga, rejuvenecer los labios, etc. va más allá del acto mecánico de aplicar un relleno o paralizar un músculo.
- Las expectativas creadas en la paciente deben ser realistas, ajustadas a sus necesidades y posibilidades.
- La relación médico-paciente debe tener en cuenta el entorno de la paciente.
En mis más de 19 años de ejercicio profesional he podido comprobar la operatividad de este concepto:
- Ciencia: De allí la importancia, no sólo de la formación básica y especializada, sino también de la continua, ya que nos permite adquirir y desarrollar nuevas técnicas.
- Habilidad: Destreza que viene de la mano de la experiencia.
- Arte: Inherente a la sensibilidad del especialista y a su capacidad de crear belleza.
El éxito
del tratamiento para el rejuvenecimiento facial dependerá directamente del médico, de su
acreditación, experiencia, sensibilidad y capacidad para crear belleza, con
base médica. Esto puede marcar la diferencia entre un rostro de apariencia
joven y natural y un petrificado y planchado.
Si
desea más información sobre este tema puede comunicarse en nuestros teléfonos: 918 255 646 y 663 799 779, o escribir a
nuestro correo: info@metodoreabel.com,
donde gustosamente le atenderemos.
Autora:
Doctora
Mariela Barroso Vásquez, Directora Médica del Método Reabel ®
Consulta Dra. Mariela Barroso
España
c/ Castillo de Atienza, 1Bis
28232 Las Rozas de Madrid
Tel.: + 34 912 755 014
Móvil: + 34 663 863 678
28232 Las Rozas de Madrid
Tel.: + 34 912 755 014
Móvil: + 34 663 863 678
Venezuela
Tel.: + 58 241 825 53 39
Móvil: + 58 414 421 84 84
Email: info@metodoreabel.com
Blog: http://metodoreabel.blogspot.com
Web: www.metodoreabel.com
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Web: www.metodoreabel.com
El MÉTODO REABEL ®, belleza con base médica, es un protocolo médico diseñado para abordar en forma
lo más natural las afecciones en la Salud
Estética de la mujer. Una manera profesional de ayudar a la mujer a mejorar
su salud estética, de forma lo menos
invasiva posible y asegurando la viabilidad y el éxito de los tratamientos.
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