El
paso de los años nos pasa factura en todo el cuerpo, pero quizás sea en el
rostro donde más nos fijemos, por ser éste nuestra carta de presentación.
En el envejecimiento facial, la flacidez de la piel es un aspecto bien conocido y padecido por todas nosotras, ya que es la responsable, en buena parte, de la aparición de las arrugas y los surcos.
Durante el proceso de envejecimiento cutáneo podemos observar una disminución de la cantidad y calidad del colágeno. A nivel microscópico, se observa una ruptura del colágeno, sustancia que sirve de unión y sostén a las células de la piel. Esta fragmentación del colágeno influye directamente en los fibroblastos -células responsables de la remodelación y producción del colágeno- los cuales, al perder el soporte padecen inestabilidad mecánica. Dando así inicio a un círculo vicioso, ya que al producirse menos colágeno también hay menos soporte estructural con lo que se favorece a la vez que más células colapsen.
Una de las causas del envejecimiento cutáneo es el progresivo deterioro metabólico, probablemente determinado genéticamente por lo que llamamos el “reloj biológico”. Pero existen también otras causas debidas a factores externos como son la exposición al sol u otras fuentes de radiación, la contaminación ambiental, el equilibrio hormonal, el estilo de vida, la nutrición, el consumo de alcohol y tabaco, el estrés, etc.
Es bien sabido que estos factores de carácter externo aumentan los procesos de oxidación celular, con la consiguiente generación de radicales libres, que actúan directamente sobre las células, dañándolas. Lo que podría explicar por qué individuos de edad similar muestran, sin embargo, grados de envejecimiento diferentes.
La mayoría de los signos de envejecimiento facial tradicionalmente asociados a la edad, se consideran actualmente más bien asociados a una falta de cuidado de la piel, que a la edad en sí misma.
El más revolucionario de los tratamientos médicos para prevenir y frenar el envejecimiento facial es la técnica de Regeneración Celular con Factores de Crecimiento (RCFC), diseñada específicamente para mantener y devolver la juventud al rostro sin alterar el gesto, poniendo freno al envejecimiento facial. Lo más novedoso de esta técnica es que no necesita extracción de sangre como la antigua técnica del Plasma Rico en plaqueta.
Autora: Doctora Mariela Barroso Vásquez, Directora Médica del Método Reabel ®
En el envejecimiento facial, la flacidez de la piel es un aspecto bien conocido y padecido por todas nosotras, ya que es la responsable, en buena parte, de la aparición de las arrugas y los surcos.
Durante el proceso de envejecimiento cutáneo podemos observar una disminución de la cantidad y calidad del colágeno. A nivel microscópico, se observa una ruptura del colágeno, sustancia que sirve de unión y sostén a las células de la piel. Esta fragmentación del colágeno influye directamente en los fibroblastos -células responsables de la remodelación y producción del colágeno- los cuales, al perder el soporte padecen inestabilidad mecánica. Dando así inicio a un círculo vicioso, ya que al producirse menos colágeno también hay menos soporte estructural con lo que se favorece a la vez que más células colapsen.
Una de las causas del envejecimiento cutáneo es el progresivo deterioro metabólico, probablemente determinado genéticamente por lo que llamamos el “reloj biológico”. Pero existen también otras causas debidas a factores externos como son la exposición al sol u otras fuentes de radiación, la contaminación ambiental, el equilibrio hormonal, el estilo de vida, la nutrición, el consumo de alcohol y tabaco, el estrés, etc.
Es bien sabido que estos factores de carácter externo aumentan los procesos de oxidación celular, con la consiguiente generación de radicales libres, que actúan directamente sobre las células, dañándolas. Lo que podría explicar por qué individuos de edad similar muestran, sin embargo, grados de envejecimiento diferentes.
La mayoría de los signos de envejecimiento facial tradicionalmente asociados a la edad, se consideran actualmente más bien asociados a una falta de cuidado de la piel, que a la edad en sí misma.
El más revolucionario de los tratamientos médicos para prevenir y frenar el envejecimiento facial es la técnica de Regeneración Celular con Factores de Crecimiento (RCFC), diseñada específicamente para mantener y devolver la juventud al rostro sin alterar el gesto, poniendo freno al envejecimiento facial. Lo más novedoso de esta técnica es que no necesita extracción de sangre como la antigua técnica del Plasma Rico en plaqueta.
La
RCFC se puede aplicar sobre la piel
de la cara, cuello, escote y manos, siendo adecuada
para todo tipo de pieles, incluso para las más sensibles. La RCFC se caracteriza por sus poderes antioxidantes y
protectores, así como por su capacidad para estimular la producción y
remodelación del colágeno, provocando la activación del fibroblasto.
Su aplicación desacelera el envejecimiento cutáneo, tensa la piel y suaviza las
líneas de expresión, devolviéndole al rostro un aspecto más joven y saludable.
Si
desea más información sobre este tema puede comunicarse en nuestros teléfonos: 918 255 646 y 663 799 779, o escribir a
nuestro correo: info@metodoreabel.com,
donde gustosamente le atenderemos.
Autora: Doctora Mariela Barroso Vásquez, Directora Médica del Método Reabel ®
Consulta Dra. Mariela Barroso
España
c/ Castillo de Atienza, 1Bis
28232 Las Rozas de Madrid
Tel.: + 34 912 755 014
Móvil: + 34 663 863 678
c/ Castillo de Atienza, 1Bis
28232 Las Rozas de Madrid
Tel.: + 34 912 755 014
Móvil: + 34 663 863 678
Venezuela
Urb.La Alegría ,
c/150, N° 100-223
2001 Valencia
Tel.: + 58 241 825 53 39
Móvil: + 58 414 421 84 84
Urb.
2001 Valencia
Tel.: + 58 241 825 53 39
Móvil: + 58 414 421 84 84
Email: info@metodoreabel.com
Blog: http://metodoreabel.blogspot.com
Web: www.metodoreabel.com
Blog: http://metodoreabel.blogspot.com
Web: www.metodoreabel.com
El MÉTODO REABEL ®, belleza con base médica, es un protocolo médico diseñado para abordar en forma
lo más natural las afecciones en la Salud
Estética de la mujer. Una manera profesional de ayudar a la mujer a mejorar
su salud estética, de forma lo menos
invasiva posible y asegurando la viabilidad y el éxito de los tratamientos.